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Señora Oliden!, Señora Oliden!! La enferma te llamó, quería hacerte unas preguntas! (y te despertó la cargosa).
Señorita buen día (nuevamente tu voz). Señora Oliden fue al baño hoy?
Si!!! Respondiste y yo en el sillón con los ojos cerrados me preguntaba a que hora habías ido si no te bajaste para nada!
Y cuantas veces fue al baño??? Una vez respondiste y nuevamente yo: que cosaaaaa??? A que hora fuiste al baño? me preguntaba!. La enfermera se fue y voltee al toque. Tú ya estabas con los ojos bien abiertos mirando a todos lados. “Zamba viva! Buenos días!” Te dije, me miraste, sonreíste y me dijiste cholito buenos días, dormiste bien? Si mamita, pero que eso de que fuiste al baño? A que hora te bajaste??? Te reíste y levantando los hombros y hablando bajito me respondiste: Ella todos los días me cojudea que ya me voy a mi casa, ahora la cojudié yo!!! Soltamos la risa con unas carcajadas jajajaja. Graciosa estas no zambita!!!
Te sentaste un poco apoyándote con una mano hacia atrás. Señora buenos días, como amaneció? Le preguntaste a tu compañera de cuarto, Bien gracias señora, como esta usted? Sentándote en la orilla de la cama le respondías que bien y que ya por fin te irías a casa. Yo te miraba todo el tiempo desde el sillón. Quieres bajarte? Te pongo la banquita? (esas camas eran altas). -El doctor me ha enseñado a hacer mis ejercicios de respiración y me ha dicho que haga de a pocos. Entonces hazte seis zambita. Y comenzaste: inhala, exhala y yo contaba Uno! Dos! Tres! Cuatro! Cinco y Seis! Y repetiste una vez mas el ejercicio y dijiste Siete! Y mas tarde serán 8 guiñándome el ojo, nos reímos, te mirabas las pierna y como habías bajado de peso con esa comida del hospital, me dijiste: mira mis piernas están como las de Betito ahora ya no le voy a poder decir piernas de chisco jejeje y conversamos de varias cosas mas mientras yo me levantaba y doblaba la colcha. Mientras te peinabas con la mano me dijiste Hijo quiero ir al baño, me ayudas a bajar? Te puse tus sandalias esas que parecían trambollitos (unos peces bocones) y te jale la banquita.
Cuando estabas por ir al baño entró a la habitación una enfermera con un estetoscopio y un tensiómetro, pasó delante de nosotros saludando con un buen día señora Oliden y se fue a medir la presión al otro lado, tu volteaste la mirada hacia mi y me dijiste: mejor me siento y espero a que me mida a mi también porque si no después se va, te sentaste en la silla a lado del lavadero. Cuando terminó con la señora salió. Mi abue le pregunto si le mediría la presión a ella, la enfermera le dijo que no, que solo lo hizo con la otra señora porque bajaría a piso por unos exámenes. Hay por las puras espere dijiste riendo, te paraste, pasaste el lavadero, te abrí la puerta del baño y entraste. En ese mismo lavadero, me comencé a lavar la cara, no pasó ni un minuto y la puerta se abrió lento. Te vi y enseguida me preocupe, estabas con el cuerpo inclinado hacia delante agarrada de la perilla de la puerta y del marco. Que pasó mamita?? Hijito llámame a una enfermera, no me siento bien alcanzaste a decir. Te tome de las manos y te ayude a salir, te senté en la silla pasando el lavadero, te deje sentada con las manos en las rodillas. Salí gritando, llamando a una enfermera. Encontré una en el cuarto de a lado. Señorita venga rápido por favor, mi abuelita se siente mal. Salimos corriendo y entramos. Cuando te vi ya no eras la misma, estabas como ida con el cuerpo temblando. Señora Oliden, Que pasa Señora Oliden (Si parece que aun escucho esas palabras de la enfermera como si hubiese pasado en la mañana), huy noooo dijo, salió corriendo mientras yo abrazaba a mi abuelita y le hablaba sin lograr que me responda. En segundos entraron tres enfermeras. Hay que subirla a la cama, la tome por los brazos y cada enfermera de una pierna, me ayudaron hasta la orilla de la cama, rápidamente pasé un brazo por su espalda y el otro a la altura de sus rodillas, la cargue, sentí que no pesaba nada y la coloque en el centro de la cama. Fue en ese momento que reaccionó, me miro y me dijo casi sin fuerzas: Hijo, siento que la vida se me va, miro hacia el otro lado y volvió al mismo estado en el que la encontré cuando entramos al cuarto.
Las enfermeras trataban de encontrarle el pulso, recuerdo que lo hicieron en las muñecas, en las piernas, todo pasaba tan rápido, yo la abrazaba y pegaba su cabeza a mi pecho diciéndole que todo estaría bien y que ya iba a pasar. La angustia me invadía con más fuerza. En eso entró uno de los Doctores: que pasó? Preguntó y las enfermeras respondían, lo único que escuche decir al doctor con voz de preocupación fue: no, no, no esta ceceando (no entendí a que se refería) salió y al otro segundo entró con otro doctor. Tienes que esperar a fuera me dijo. Pero Doctor… Afuera, espera afuera repitieron. Antes de salir vi a los doctores uno a cada lado de la cama, las enfermeras trataban de sacarle la bata a mi zambita, todos alrededor de la cama. Salí viendo hacia adentro, y me cerraron la puerta en la cara. Una vez afuera los minutos no pasaban jamás, el tiempo parecía haberse congelado y yo perdía fuerzas a cada segundo. Le rogué a Dios y a todos los santos de los que era devota mi zambita, solo quería que se ponga bien, tenia la certeza de que en cualquier momento saldría el Doctor y me diría que todo estaba bien, llamé a mi tío y le dije que mi abue se había puesto mal que venga rápido, llame a una tía y le dije lo mismo pero creo que ella presentía otra cosa y solo escuche gritos y llantos, tuve que cortar la llamada. La puerta se habría, salía un docto y gritaba: “traigan el carrito rápido, el carrito”, se volvía a meter. Salió el otro doctor y pedía que traigan una medicina de donde sea y volvía a entrar cerrando la puerta, yo parado allí a lado de la puerta queriendo preguntar sin poder.
Nuevamente el doctor, esta vez me preguntaba si mi abuelita se había caído. No doctor no se ha caído en ningún momento – Estas seguro? si Doctor, seguro. Estas seguro no? SI! NO SE HA CAIDO PARA NADA. OK dijo y volvió a entrar. No se cuanto tiempo pasó hasta que salió un Doctor mayor y me dijo: su mamá ha sufrido dos paros cardiacos seguidos (me quede helado), tranquilo aun estamos trabajando pero debes de saber que si logramos estabilizarla quedara con daño cerebral, eso es inevitable. Solo le dije que hiciera todo lo posible e imposible para que se salve, el doctor entró dejándome sin saber que hacer, realmente no sabia, sentarme, llamar por teléfono, gritar, no sabia. Mis lágrimas salieron y sentía que no podía a más. A lo lejos del pasillo entraba mi tío. Corrió cuando me vio y le conté lo que había pasado. Trató de entrar a la habitación pero fue en vano. Ya no sabia si el tiempo no paraba o lo hacia demasiado rápido. Me llamó nuevamente mi tía y me pedía que le dijera la verdad pero a pesar de que lo hacia ella no me creía. En eso se abrió la puerta, el Doctor me miró y su mirada me golpeó, sabia que algo no estaba bien, detrás de el Salió el otro Doctor. Tratamos de hacer lo que pudimos me dijo, pero ella sufrió un tercer paro cardiaco fulminante. Lo lamento mucho.
Mi tío se acercó corriendo por que estaba hablando al final del pasillo, pero logró escuchar. En ese momento el tiempo se detuvo, no escuchaba nada, solo veía a mi tío llorar agarrandose la cabeza, la garganta me dolía mas y mas, pero mi mente no quería procesar la noticia, me rehusaba a creer lo que me dijo ese doctor. Caminaba de un lado a otro pensando en que no podía ser verdad, veía todo borroso. En eso una enfermera se me acercó y diciéndome esto era de ella, estiraba su mano y puso en mis manos los aretes que mi abuelita tenia llevaba puestos. Cuando vi los aretes en mis manos entendí que todo era cierto, camine hasta la puerta del cuarto y me deje caer. Me senté con las piernas encogidas y comencé a llorar. Es horrible darte cuenta que la persona a la que tanto pero tanto quieres, simplemente en cuestión de minutos, se fue para siempre.
Lo que pasó después, absolutamente todo esta en mi mente, a cada segundo, es increíble que ya casi por cumplirse 2 años de aquel día, sienta que fue en la mañana lo que paso y duela tanto como en esa horrible mañana. Sentí hasta el olor del hospital cuando escribía. Es por eso que evito pasar por aquel hospital, por que cuando lo hago te recuerdo sentada en la orilla de tu cama moviendo las piernas, diciéndome adiós con la manito o tratando de agarrar el beso volado que te mandaba desde la puerta de la habitación cuando me despedía. Recuerdo que cuando no querías comer me dabas tus presas y me decías ayúdame cholito, en fin, mil cosas que con solo ver ese hospital vienen a mi mente.
Lo que pasó después, absolutamente todo esta en mi mente, a cada segundo, es increíble que ya casi por cumplirse 2 años de aquel día, sienta que fue en la mañana lo que paso y duela tanto como en esa horrible mañana. Sentí hasta el olor del hospital cuando escribía. Es por eso que evito pasar por aquel hospital, por que cuando lo hago te recuerdo sentada en la orilla de tu cama moviendo las piernas, diciéndome adiós con la manito o tratando de agarrar el beso volado que te mandaba desde la puerta de la habitación cuando me despedía. Recuerdo que cuando no querías comer me dabas tus presas y me decías ayúdame cholito, en fin, mil cosas que con solo ver ese hospital vienen a mi mente.
El 25 de Febrero del 2011 fue el día que marco hasta hoy el momento más triste y doloroso de toda mi vida. Cerca a los dos años de tu partida, quiero decirte que me duele mucho tu ausencia, que a pesar de que a veces pienso que ahora descansas y estas en un mejor lugar, no puedo dejar de anhelar verte, sentir tus abrazos y oírte sonreír. Se que las cosas no cambiaran, que la vida es asi y bla bla bla, pero que hago? es lo que siento.
Siempre vivirás en mi Corazón, hasta el último día, el día que deje de latir. Y solo pediré poder volverte a ver. Te amo Zambita de mi corazón.